El origen de la sobrasada
La
sobrasada
es un producto cárnico crudo y curado que se elabora con seleccionadas
carnes de cerdo que se pican y se condimentan con sal, pimentón y otras
especias. Es un alimento muy tradicional en diferentes zonas del
Mediterráneo pero, por su calidad y sabor, destaca la que se produce en
las
Islas Baleares.
La sobrasada
es un producto cárnico crudo y curado que se elabora con seleccionadas
carnes de cerdo que se pican y se condimentan con sal, pimentón y otras
especias. Es un alimento muy tradicional en diferentes zonas del
Mediterráneo pero, por su calidad y sabor, destaca la que se produce en
las Islas Baleares.
Los embutidos -y otras técnicas de
conservación- surgen por la antigua necesidad de mantener y alargar la
vida útil de la carne. En determinadas zonas del Oriente Medio, la técnica de embutir carne picada en las propias tripas de los animales se inicia en algún momento de la Edad Antigua. En las Islas Baleares, tierra de importante tradición charcutera, se empieza a producir embutido con la llegada del Imperio Romano y se abandona nuevamente tras la anexión al Califato de Córdoba (la carne de cerdo está prohibida en el Corán). Durante la Época Talayótica
no se tiene constancia de que se utilizara ningún tipo de técnica de
conservación de carne de cerdo, a pesar de que existía una importante
cabaña porcina, concretamente de cerdo negro.
Se cree que esta raza, autóctona de la zona y característica por su
tonalidad pizarra, es el resultado del cruce progresivo entre el tronco
porcino céltico y el ibérico. A partir de la conquista de la isla de Mallorca en el año 1229 por el rey Jaime I de Aragón
el Conquistador, se recupera la cultura cristiana occidental y, con
ella, el consumo de carne de cerdo. En esta época se realizan
inventarios que detallan, por ejemplo, “piezas de carne colgadas”;
aunque todavía faltará tiempo y una serie de condicionantes históricos y
culturales para llegar al embutido que consumimos actualmente.
La primera referencia histórica que se tiene de la sobrasada se encuentra en un documento del año 1403 en el que el Rey Martín I de Aragón, también conocido como el Humano o el Eclesiástico, solicita sobrasadas y otras viandas al mayordomo del Rey Martín I de Sicilia, hijo del Humano con su primera consorte Maria de Luna. Esa carta dice lo siguiente (Anuario IEC, v, 523): Entès
havem que vós servits de maiordom al rey de Sicilia [...], per què us
pregam e manam que’ns trametats d’aquexes viandes qui aquí se
apperellen, és a saber: ventos de sócera, sobressaoes [sic, segurament
errada per sobressades], verines, salsici, callo, andoles […]. Por
tanto, aunque la sobrasada Balear sea de las más apreciadas y conocidas,
es más que probable que su origen sea italiano, concretamente de la
zona sur del país. De hecho, el DCVB de Alcover y Moll confirma la etimología italiana de la palabra, y explica que “sobrasada”, concretamente, proviene del vocablo itálico sopressata que, a su vez, deriva de sopressa,
que significa picado (aplicado a la carne de embutir). Entonces,
gracias a la existencia de un intenso comercio marítimo entre diferentes
zonas del Mediterráneo, la técnica de elaborar sobrasadas llega a Valencia, y de allí a las Islas Baleares, donde se adopta y se expande rápidamente.
Pimentón en polvo
A partir del siglo XVII se encuentran
múltiples referencias al uso de la sobrasada en la gastronomía balear,
aunque no será hasta el siglo XVIII cuando se realice una de las
aportaciones más importantes en cuanto a la presentación se refiere: la
introducción del pimentón,
ingrediente que ofrece al producto su actual y característica
coloración roja. El pimentón, al igual que otras frutas y verduras que
comemos habitualmente, es originario de América. De hecho, hay constancia por escrito de que Cristóbal Colón entregó, como parte de una ofrenda, pimentón y otros alimentos de procedencia americana a los Reyes Católicos en el año 1493. Serían los frailes Gerónimos de Yuste y Guadalupe
los que iniciarían su cultivo y, posteriormente, lo expandirían por
toda la geografía peninsular. La sobrasada, por tanto, fue blanca -y no
roja- mientras no se descubrieron las inmensas posibilidades culinarias
del pimentón. A partir de este momento, la sobrasada no experimenta
demasiados cambios y se convierte no sólo en uno de los alimentos más
tradicionales de las Islas Baleares, sino también en un verdadero
embajador gastronómico.